dimecres, 6 de febrer del 2008

safo

SAFO
Safo nació en algún lugar de la isla de Lesbos. Sus contemporáneos nos cuentan que Safo no vivió mucho, cosa habitual en la época; por sus poemas, intuimos que falleció alrededor de los sesenta años.

Sabemos que Safo y su familia pertenecían a la más rancia aristocracia eolia, que su padre se llamó Escamandrónimo y que tuvo otros dos hijos, éstos varones. La madre de Safo se llamaba Cleis, al igual que Safo, que se cambió el nombre al iniciar su actividad poética, también sabemos que tuvo una hija.
Safo era una mujer de espíritu indomable, amante de la cultura y sobre todo de la libertad.
En Lesbos, al igual que en otros lugares de la Grecia antigua, la mujer gozaba casi de los mismo derechos que los hombres. En esas ciudades, existía una democracia más sólida que en ciudades de tradición jónica, como Atenas, en la que imperaba una cultura sexista.
En la gloriosa Atenas, cuna de la democracia, sólo las mujeres que vendían su cuerpo –las denominadas "friné"– tenían acceso a la cultura y a la vida social. Las demás permanecían recluidas en sus casas, presas de la ignorancia, dedicadas a las labores del hogar, y custodias y transmisoras de los valores tradicionales que las privaban a ellas y a sus hijas de los más mínimos derechos.
Safo, que tenía una manera distinta de entender la vida a la de las atenienses, fundó en su isla natal una academia para mujeres jóvenes, consagrada a la diosa Afrodita, a quién dedico emotivos poemas.
Safo desarrolló una intensa actividad poética pero, por desgracia, gran parte de su obra se perdió no mucho después de la muerte de la poetisa.
En sus desmedidas pasiones, fruto quizá de su extraordinaria sensibilidad, y como contrapunto al éxtasis del amor, encontramos en algunos de sus poemas un despecho casi salvaje, como en éste que dedica, al parecer, a una bella pero superficial mujer que la rechaza:

"Morirás, y de ti no quedará memoria, y jamás nadie sentirá deseo de ti porque no participarás de las rosas de Pieria; oscura en la morada de Hades, vagarás revoloteando entre innobles muertos".
En nuestro mundo actual no dejamos de recordar a Safo, que supo expresar de manera tan hermosa, y por vez primera, el amor entre mujeres.